Sí, nuestro hijo ya se arrastra como un soldadito. El lunes empezó a hacerlo jugando con la tía Aurora, que estaba pasando un par de días en casa. Y ayer ya los desplazamientos eran largos y continuos. Utiliza sus manitas para hacer fuerza, pero también se impulsa con el abdomen y con un rápido movimiento de piernas. Es graciosísimo verle moverse y una alegría que alcance sus objetivos -los mandos- por lejanos que se encuentren (cosa de un metro, claro, que acaba de empezar!).
Él está contentísimo porque ya le estaba agobiando no poder moverse demasiado.