30 enero 2012

Sorpresa



      Dicen que una de las claves para manter vivo el amor es no perder nunca la capacidad de sorprender. A mi me encantan las sorpresas, tanto si vienen como si van porque en las sorpresas disfruta el sorprendido y el que ha estado pensando en la reacción que se iba a encontrar.

      Pues bien, un día durante la baja por paternidad del 'padre de las criaturas' nos dimos cuenta de que la niña crecía (qué rápido crecen!) y mis suegros aún no habían podido conocerla, así que nos dijimos: ¿y si vamos nosotros? Y 'pensat y fet', al día siguiente estábamos cogiendo coche y barco, cargados con los dos niños, carro y maletas, y nos plantamos allí toda la familia. Ya que estábamos nos fuimos 'de sorpresa', sólo informamos a un par de cómplices que necesitábamos para llegar efectivamente a nuestro destino.

     Y es que estas cosas sólo puede hacerlas uno una vez en la vida porque los abuelos y el resto de la familia suelen saber cuándo tenemos vacaciones o cuándo pasaremos unos días por allí, porque para empezar tienen que preparar la casa para nuestra llegada que somos ya muchos y no podemos dormir en cualquier parte con dos bebés. Pero esta vez decidimos llegar de sorpresa de la buena, aunque fuese tarde, pasásemos un día de perros con los dos niños a cuestas tantas horas de viaje, y llegásemos de madrugada sin tener ni la cama/cuna hecha.

     ¿Lo mejor? La cara de los abuelos al vernos en la puerta en plena madrugada. ¡Qué pena no poder dar sorpresas así más a menudo!

11 enero 2012

Año nuevo, vida nueva...y de verdad!



Esta primera entrada del año se la dedico a ellos, a mis dos pequeñajos.
Él ha estado con nosotros todo 2011 y lo ha llenado de momentos inolvidables; ella llegó casi al final (el día de los Santos Inocentes, 28 de diciembre) para que terminásemos el año de la mejor manera posible, juntos los cuatro.
Con este nuevo año empezamos una vida nueva en la familia. Feliz año a todos!