El anuncio del mes

    Retomo la sección de publicidad, que me gusta mucho y la tenía abandonada. Este mes elijo el anuncio de cola-cao, porque el cola-cao, es único.

 

    Sí, aquí donde me veis llevo desde pequeñita tomando cola-cao, y sigo sin desterrarlo de mis desayunos (y algunos días también se mantiene en mis meriendas) porque me gusta con grumitos, con muchos grumitos, que me como poco a poco a cucharaditas.

 

    A mis peques no les voy a dar opción, en casa se toma cola-cao, y punto. Aprenderán a amarlo como hago yo. Y si un día llegan de casa de alguien diciendo que les gusta más la competencia... ya veré que hago, por ahora prefiero no pensarlo. En casa somos de cola-cao. Os dejo con las simpáticas imágenes con que nos deleita el anuncio de cola-cao:

 

San Joaquín y Santa Ana

    Hoy celebramos la festividad de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María. Es por ello que se celebra hoy el "día de los abuelos". 

    Aunque de los padres de la Virgen nada se sabe con certeza, la tradición demuestra que su culto apareció temprano en Oriente, extendiéndose después a Occidente. Grandes son San Joaquín y Santa Ana, pues su hija fue escogida para ser la Madre de Dios, inmaculada desde su concepción. Su nieto es el Hijo de Dios hecho hombre, que entregó su Vida por nosotros y nos entregó a su Madre como madre nuestra. Así podemos confiar en la protección de San Joaquín y Santa Ana pues seguro nos aman con la ternura propia de los abuelos. 

   Es un día importante, en cada familia hay o hubo abuelos, y celebrar con ellos o recordarlos en este día es algo que debería ser importante para los nietos, siendo los padres quienes han de trasmitírselo. Como mínimo todos podríamos acordarnos hoy de nuestros abuelos (y de los abuelos de nuestros hijos) y rezar por ellos. 

    Os propongo esta oración de Benedicto XVI:

Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana. 

Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.

¡Protégelos! 

Son una fuente de enriquecimiento para las familias, 

para la Iglesia y para toda la sociedad. 

¡Sostenlos! 

Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares fuertes 

de la fe evangélica, custodios de los nobles ideales, 

hogareños, tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.

Haz que sean maestros de sabiduría y valentía, que transmitan a generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.

Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad

 a valorar la presencia y el papel de los abuelos. 

Qué jamás sean ignorados o excluidos,

 sino que siempre encuentren respeto y amor.

Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos 

durante todos los años de vida que les concedas.

María, Madre de todos los vivientes, cuida constantemente a los abuelos, acompáñalos durante su peregrinación terrena, 

y con tus oraciones obtén que todas las familias 

se reúnan un día en nuestra patria celestial, 

donde esperas a toda la humanidad para el gran abrazo de la vida sin fin. 

Amén. 

 

 

¡Felicidades abuelos!

 

 

Santiago de Compostela

El escapulario

 

    Hoy se celebra el día de la Virgen del Carmen. La recuerdo desde siempre no sólo por tener una tía que lleva ese bonito nombre, también porque me crié en una isla y tengo un padre muy "marinero" que cuando puede se sube en un barco para la procesión (o en el propio cuando lo hubo).

 

    Esta festividad conmemora la aparición de la Virgen a Simon Stock, general de la orden carmelitana, el 16 de julio de 1251 en Cambridge, Inglaterra. La Virgen entregó al general el Escapulario diciéndole: "Toma, hijo querido, este Escapulario; será como la divisa de mi confraternidad, y para ti y todos los carmelitas, un signo especial de gracia; quienquiera que muera portándolo no sufrirá el fuego eterno. Es la muestra de la salvación, una salvaguardia en peligros, un compromiso de paz y de concordia".

 

    Es por tanto el Escapulario un símbolo aceptado por la Iglesia de la protección de la Madre de Dios y un signo de su consagración a María y una manifestación externa de amor a ella. La Iglesia reconoce gracias y bendiciones a sus portadores: morir en gracia de Dios y pasar un período muy breve en el purgatorio; esforzándose su portador en permanecer en la gracia de Dios.

 

    El Escapulario de la foto es de mi hija pequeña, como os conté aquí a finales de junio fuimos al Carmelo de Ávila. Allí las monjas nos entregaron un Escapulario a cada miembro de la familia. Fue un regalo que no tiene precio puesto que quién recibe el Escapulario es admitido en la familia de la Madre de Dios y de la Orden Carmelitana. Esto implica que participen de los privilegios, gracias e indulgencias que los Papas concedan a la Orden del Carmen, y también que se benefician de los méritos, de las penitencias y de las oraciones que se hacen en todo el Carmelo. Un detalle precioso y preciado para nosotros.

 

pd: felicidades a mi tía, por ser su santo y su cumpleaños, a mi suegro por ser su cumpleaños y a su madre, la "abuela" por ser también su santo

Solo Dios basta

Solo Dios basta

    El fin de semana pasado estuvimos toda la familia en Ávila. Ha sido una experiencia maravillosa. 

No habíamos ido nunca y eso que a mi siempre me ha atraído Ávila, pero por fin teníamos un motivo más grande para ir.

    El pasado 7 de abril entró en el Monasterio de la Encarnación una buena amiga. Fue una sorpresa para todos porque aunque era algo que ella (ahora lo sabemos) había ido tejiendo en su corazón nunca había manifestado que se sintiese llamada a la vida religiosa. La noticia despertó en mi sentimientos contradictorios. Primero me entristeció perder su compañía, esta amiga siempre me ha llamado a la verdad y su compañía me acercaba mucho al Señor. Luego vino la inmensa alegría porque comprendí que yo no la pierdo, que estamos unidas en la oración y que el Señor la gana para el mundo entero porque ahora está allí, rezando por todos, rezando por ti y por mi.

    La visita a Ávila fue corta, salimos el sábado por la mañana y volvimos el domingo por la tarde. Esto sumado a los tres pequeños y un par de eucaristías la reducen a un corto paseo de dos horitas por la zona de la muralla. Hicimos una pequeña "ruta teresiana" y visitamos el museo de la santa que hay en el monasterio. Casi todo nuestro tiempo allí se ha centrado en las visitas al monasterio, que es a lo que íbamos. Me ha encantado compartir esta experiencia de fe con mis hijos. Sé que son pequeños pero nunca es pronto para hablarles del Señor, para que vean las realidades que hay en la Iglesia, y sé que esto va conformando sus recuerdos de la infancia. Vivir la fe en la familia es mucho más hermoso de lo que hubiera podido imaginar.

    Las monjas, a través de la reja que guarda la clausura, nos recibieron un par de ratitos. No se puede expresar con palabras lo que es estar allí con ellas, escuchando su experiencia (cómo las llamó el Señor), oyéndolas cantar... Viven a día de hoy como vivió Santa Teresa de Jesús, hacen las mismas cosas que se hacía entonces y de la misma forma, en su vida solo Dios basta, y por ello no tienen nada, solo a Él, que es todo. Han entregado su vida al Esposo y sus rostros exultan de alegría. También a quien visitábamos expresamente, está llena de paz, ha encontrado su sitio.