Este mes dejo un anuncio sencillo. Me gusta sí, porque habla de algo que no parece estar de moda, habla de fidelidad, y habla de amar a las personas por lo que son en sí mismas y no por lo que tienen, parecen o representan.
30 septiembre 2012
28 septiembre 2012
La historia de Baby Doe
Hace unos días leí en uno de los blogs de los que soy asidua algo que me
impactó muchísimo. Hoy voy a reproducirlo aquí para compartirlo con mis
lectores habituales y aquellos que aterricen de casualidad.
Baby Doe, nombre ficticio con el que se conoció
el caso públicamente, estaba desamparado y su vida peligraba por culpa de
sus propios padres. Tanto el hospital donde nació como los médicos (excepto
el ginecólogo que había tratado a la madre), defendían la necesidad de operar
al bebé y el derecho de éste a recibir atención médica como cualquier otro
paciente. El caso se llevó con urgencia a los tribunales.
El obstetra que había atendido el parto reafirmó ante
el juez que, en su opinión, la cirugía para solucionar la fístula
traqueo-esofágica no tenía sentido ya que “la posibilidad de una calidad de
vida adecuada era inexistente debido al severo e irreversible retardo mental
del niño”. Sus prejuicios y el deseo de los padres de que su hijo muriera
prevalecieron. Baby Doe ni siquiera contó con un tutor que velara por sus
derechos durante la audiencia. El bebé murió a los seis días de inanición.
Hay que decir que antes de la muerte de
Baby Doe, los abogados del hospital y representantes de los médicos apelaron la
decisión del juez, pero los padres ganaron la apelación y no hubo tiempo para
salvar al niño. Para entonces, varias parejas se habían ofrecido a adoptarlo.
Dos años después de la injusta muerte de Baby Doe, se
aprobó la Ley conocida como “The Baby Doe Rules”, que condena como negligencia la no
aplicación de tratamiento médico a un niño, cualquiera que sea su condición.
Muchos preguntan cuál es el verdadero nombre de Baby
Doe. Ninguno. Sus padres ni siquiera llegaron a dárselo.
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10 septiembre 2012
Juegos Paralímpicos 2012
Han acabado los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. Dejo esta imagen de Matt Stutzman, arquero sin brazos que se ha llevado la medalla de plata en su especialidad. Magnífico.
El medallero español ha pasado de 17 medallas en los olímpicos a 42 medallas en los paralímpicos. ¿Repercusión? Yo no sigo mucho el deporte, no veo ninguno en concreto, pero he sintonizado más estos Juegos Paralímpicos que los Olímpicos.
Estas personas tienen todo mi respeto y admiración. Les doy las gracias por estar ahí, por luchar cada día en un mundo en el que parece que no puedes ser nada sin un 'fisico perfecto'. Ellos nos demuestran que no es más importante tener dos piernas, o dos brazos, o medir 1.80 que luchar por lo que uno quiere con las armas de las que dispone.
Lo triste es la falta de repercusión, que en la sección de deportes del telediario sea más importante si Alonso sube al podio que todos ellos (recordemos que han traído 47 medallas), y que no aprovechen los medios para transmitir los valores de tenacidad y sacrificio que ellos ostentan. No, no es posible dar visibilidad a eso si lo que se trata de transmitir constantemente es que los minusválidos no tienen una vida digna. ¿O no se trata de eso cuando se da vía libre a un aborto únicamente porque el niño tenga sólo una pierna, o un labio leporino? ¿Es menos digno de vivir la vida un ciego, un sordo, un paralítico? No puede serlo, ¿menos digno de qué, de vivir qué cosas? Tratan de vendernos que un niño con discapacidad (física o psíquica) no podrá ser feliz, será una gran frustación para la familia y no podrá hacer las cosas normales de los niños y jóvenes de su entorno. ¿Pero qué no podrá hacer? ¿No podrá dar amor? ¿No podrá recibir amor? O es que no podrá salir de fiesta hasta perder el control, o que no podrá acostarse cada día con una persona diferente. ¿Es eso dignidad de la persona?
Replanteémonos quién puede decidir qué vida es digna de ser vivida.
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